He pensado en dejarle esta nota en la almohada el día que me vaya para siempre (siempre he sido muy melodramático)

"Bueno, pues esto se acaba, ¿quién lo iba a decir?
He pensado que, al igual que hacía al principio cuando escribía cartas de amor, ahora te escriba una de desamor
Durante los últimos meses no he dejado de recordar muchas cosas que hemos pasado juntos, cuando nos conocimos, cuando empezamos a hablar y yo, tímidamente, intentaba que no te dieras cuenta de que se me hacía la lengua un nudo (como en esa canción).
Tampoco pude evitar recordar nuestras primeras citas, cuando hacíamos el amor con esa urgencia que sólo los recien enamorados tienen. Algunos le llamarán calentura, pero nunca fue sólo eso para mí.
Cómo eras, tú sonrisa, el cariño con el que me tratabas y las cosas que hacías por mí.

Como a todo el mundo, las relaciones pasan por altos y bajos, yo no estaba acostumbrado a tener relaciones tan duraderas y eso me daba mucho vértigo, ¿recuerdas cuando te dije que no sabía si seguir o no?

En fin, mucho ha llovido desde entonces, casi 19 años, no hemos llegado a los 20. Trece años casados, cuatro hijos, sinsabores y alegrías...

No seré capaz nunca de saber si todas las relaciones se van apagando de una manera u otra o sólo nos ha ocurrido a nosotros, no seré capaz de saber si todo esto que nos ocurre forma parte de la famosa "crisis de los 40", "crisis de los 10 años de matrimonio" o qué narices, lo que sí sé es que se lleva por delante una bonita historia que nunca seré capaz de olvidar. Una historia que fue apagándose por motivos que algún día reconocerás que no han sido sólo errores míos.


Ahora tengo que empezar de nuevo, empezar a olvidarte, a no verte a mi lado, a no considerarte mi pareja, mi compañera. Lamento si sientes que te diga que ahora quiero estar apartado de tí, que no quiero verte. No pretendas encontrar en mí una serie de cosas que sólo podrán aparecer de nuevo el día en el que haya recompuesto los trozos de mi corazón y deje de sentir por tí todo lo que siento ahora y, aún así, no puedo prometerte que lo encontrarás. A partir de ahora sólo tendrás que ser la madre de mis hijos, en eso nunca me tendrás de frente, es lo único que puedo intentar.

Fruto del dolor ante lo que ha pasado, de la frustración que siento al ver cómo te has portado conmigo en los últimos tiempos y cómo has manejado este asunto desde el principio, podría acompañar esta carta de reproches, de cosas que te podrían hacer daño ahora que todo termina, pero he decidido que esta carta no será así, no lo haré porque no te le he escrito para eso.

En fin, voy terminando, no sé ni siquiera si desearte lo mejor, no sé si lo encontrarás y, la verdad, ahora no me importa"

Sabéis qué? Nunca dejé esta puta nota, nunca la escribí y me alegro de que nunca lo hiciera. No creo que se pudiera ser más arrastrado si lo hubiera hecho. Los que pasó durante el tiempo en el que estuve en la casa antes de irme no se lo deseo ni a mi peor enemigo...



Comentarios

Entradas populares de este blog

Un poco de historia